Hay un lugar mágico a este lado del mundo donde parece que el tiempo se detuvo,
donde las jornadas se miden con el vaivén de las olas
y los bramidos de los lobos marinos le marcan el ritmo a las nubes
Hay un lugar mágico donde la única luz que sobrevive es la del faro nocturno que deja en cada ciclo doce exactos segundos de oscuridad