Haca varias semanas hice un breve repaso a los libros que me han acompañado a lo largo de mi vida, una especie de recorrido literario paralelo a mi crecimiento, por llamarlo de alguna forma. Repasándolo después me di cuenta de que faltaba alguien muy importante para explicar mi relación con las letras y con la poesía en concreto: Gloria Fuertes.
El colegio al que yo iba organizaba siempre un festival de obras de teatro y villancicos en Navidad. Recuerdo perfectamente la primera vez que vi «Las Tres Reinas Magas». La representaron los de un curso superior al mío y era genial: tres chicas protagonistas, con voces propias, contra la guerra. Y el texto era de una mujer que no cumplía con nada de lo que se esperaba de las mujeres: la voz ronca, las corbatas, el pelo… Obviamente, de aquella no pensaba yo tanto en estas cosas, pero mirándolo con distancia puedo afirmar claramente que Gloria Fuertes fue el primer ejemplo femenino alternativo en el que puse lo ojos.
Y después de los programas de la tele y las poesías infantiles llegó el descubrir su voz madura y lo cierto es que siempre tengo pendiente leerla con más calma, con más tiempo, con la dedicación que se merece. Porque le debo mucho más de lo que soy consciente.
Nací Para Poeta O Para Muerto
Nací para poeta o para muerto,
escogí lo difícil
-supervivo de todos los naufragios-,
y sigo con mis versos,
vivita y coleando.
Nací para puta o payaso,
escogí lo difícil
-hacer reír a los clientes desahuciados-,
y sigo con mis trucos,
sacando una paloma del refajo.
Nací para nada o soldado,
y escogí lo difícil
-no ser apenas nada en el tablado-,
y sigo entre fusiles y pistolas
sin mancharme las manos.
Más mujeres: Violeta Parra
Natalia Ginzburg
<3 me pasa con ella más o menos lo mismu, la recuerdo siempre con cariñu y una sonrisa!
Me encanta compartir eso Chus 🙂