Hay rincones que sólo ellas ven
y escondrijos que sólo a ellas muestro,
zonas suyas que sólo yo intuyo
porque sólo a mí se enseñan
Hay sonrisas estrepitosas
que llenan los abismos compartidos
y llantos en torrente
que desvelan pasarelas ancestrales
Hay bailes, rizos, sueños,
sudores y secretos
Hay abrazos, broncas, celos,
miradas y lamentos
Hay distancia, kilómetros, tiempo,
sangre y besos
Hay un isla en cada habitación propia
y un salón en común,
nuestro archipiélago
A «Las warriars», por convertir juntas cualquier espacio en un mundo entero
No man is an island, pero un montón de mujeres si pueden ser un archipiélago