Las obras de las ciudades nos molestan continuamente, pero de vez en cuando se les puede dar buen uso.
En la mani del pasado sábado (13 de octubre, #globalnoise, contra la estafa de la deuda) aprovechamos protecciones de obra y otros elementos urbanos para hacer buen ruido.
También hubo carracas, cuernos ancestrales, batucada, palmas, silbatos y todo tipo de cacharros domésticos para hacernos oír y acompañar los gritos de «No debemos, no pagamos». ¡Hasta una sartén con complejo de campana!
Sólo faltaron los lloqueros. Para la próxima.