Hace tiempo que una está reconciliada con su cuerpo (grande), con sus dimensiones, con los pelos (que cuanto más te olvidas de ellos más invisibles se vuelven) y con los cánones de belleza y estereotipos de género impuestos socioculturalmente.
Pero eso no quita que controle mucho lo que como porque la mayoría de las veces lo hago por ansiedad y no por necesidad; o que haya cambiado algo mi forma de comer en los últimos meses (menos pan, algo de proteína al desayuno, más fruta…) por el tema de los riesgos de hipertensión, diabetes y el mirar a largo plazo… Todo sin renunciar a las cañas, salir habitualmente a cenar o comer fuera y no saltarme el postre… Las comidas que te abrazan por dentro son lo mejor para la salud mental.
A lo que voy… Todo esto viene porque esta semana me han hecho análisis. Llevaba tres años sin pasar por el médico y una va teniendo una edad en la que te dicen que no puedes hacerle la puesta a punto más veces al coche que a tu cuerpo serrano.
Conclusión: estoy gorda y al próximo que me diga que debería adelgazar por salud le voy a estampar en la cara los resultados de estos análisis. Me los han dado hoy y me ha dicho mi médico que son «de libro». Vamos, que lo tengo todo (papi) pa enmarcar.
Y como está ahí el verano os cuento mi operación bikini particular:
Imagen de Anna N. Kjellgren
«Las comidas que te abrazan por dentro son lo mejor para la salud mental»… <3
Me encanta, María; gracias por este grandísimo post:)
¡Un besazo a ti!
Qué maravilla!!! <3
¡Gracias!